"Relajao Parcero, eso no me pasa a mi"

 

“Relajao parcero, eso no me pasa a mi”

Medellín es una ciudad llena de diversidad, tradición y variedad pero que carece casi completamente de cultura vial. Actualmente, gracias al desarrollo industrial, prácticamente todas las ciudades del mundo tienen un sistema automotriz autónomo, regulado por sus propias leyes y principios que son inculcadas a todos los ciudadanos para garantizar la seguridad de los mismos y mantener el orden en la carretera. En ciudades como Toronto, Canadá, llenas de arte y riqueza étnica, la cultura vial está muy bien afianzada entre los ciudadanos, donde la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico es de 4,58 por 100.00 habitantes y disminuye con los años, aunque es bien sabido que los países de América del norte tienen un gran énfasis en la cultura y responsabilidad en sus habitantes desde temprana edad. Medellín, en cambio, a pesar de también ser rica en arte, saber y diversidad esto no se presenta, la cultura vial es un espejismo. La tasa de mortalidad por accidentes de tráfico en Colombia es de 14.65 por 100.00 habitantes, prácticamente más del triple que en Canadá y otros países europeos o norteamericanos, donde esta cifra no supera el 6.00. 

Esto deja a entender que Colombia tiene una gran problemática la cual no está siendo tratada y se deja en el olvido. Esta situación es alarmante y tiene su origen en la falta de educación o la ineficiencia de esta sobre asuntos viales, a pesar de los intentos de inculcar la cultura sobre la seguridad en la vía en la mente de los colombianos esto simplemente no funciona, es inútil. A diferencia de los canadienses o franceses, los cuales generalmente son más educados y consientes sobre los riesgos y las consecuencias de ser irresponsable con la seguridad vial, los colombianos parecen como si no se tragaran el cuento. La mayoría percibe los incidentes de tráfico como pura fantasía o un evento distante que nunca les ocurrirá a ellos, esta mentalidad de “relajao parcero, eso no me pasa a mi” es la que futuramente lleva a los incidentes de tráfico y lamentablemente la única forma de aprender, de ser sensatos sobre el peligro es sufriendo el accidente.